martes, 3 de marzo de 2015

Hasta siempre, Melquiades

El domingo se nos ha ido de nuestro lado una gran persona querida por todos: Melquiades.

Testarudo (como somos todos los Mateos), independiente, alegre, amable, entrañable, con gran vitalidad,gran vecino, amigo y compañero.

Adorado por todos sus nietos, entre los que tengo la gran suerte de encontrarme, nos hacía pasar ratos muy divertidos.

Siempre oí de ti, tanto a tus hermanos como a tus vecinos (de Valderas, Fuentes y Carbajal) que trabajaste mucho, muchísimo de echo, puesto que naciste en una familia que tenía gran necesidad, pero, yo tuve la gran suerte de conocerte ya jubilado y poder disfrutar de ti.

Un hombre moderno para su época, como sus hermanos: independiente completamente. La limpieza y la cocina no tenían secreto para él, ni le importaba hacerlo. Al contrario, siempre intentó ser independiente al 100%.

Recuerdos de él tengo miles, y, por suerte, ninguno malo.
Para mí, siempre ha sido alegría. Recuerdo las tardes que pasábamos de pequeños jugando todos los primos en su patio, mientras me hacías rabiar cantándome el 'Maria Cristina me quiere gobernar'.
Las visitas a la huerta, a la que unas veces ibamos a pie con la abuela Piedad, y, otras, ibamos de paquete en su moto, en las cuales nos preparabamos una merienda a base de frutas y hortalizas recien cortadas mientras él arreglaba todo allí.
Desde poco después de su jubilación, regentó hasta hace muy poquitos años el TeleClub, donde jugaba su partida: unas veces de dominó, otras a las cartas,... y en el cual estuvo hasta el último día tomando su café de tarde
Las tardes de invierno en vuestra casa jugando al parchís y enseñándonos a jugar al tute
Natural de Valderas, de la calle La Nevera, nos contaba muchas veces casa por casa los vecinos de la misma de sus tiempos jóvenes. Todos los que quedan vinieron a despedirte abuelo.
Un abuelo moderno, abierto a las novedades, con un Quad para ir a su huerta, y un carro que le hizo uno de sus hijos, Joaquín, para que trajera sus hortalizas en un sólo viaje.
Miles de historias nos ha contado de su vida y la de su familia, principalmente de la época de la Guerra Civil y comienzos de la franquista.
Tuvo la suerte de poder viajar junto a su mujer a muchísimos lugares en España, lo cual nos ha servido a nosotros también para conocer algo de geografía y despertar las ganas de conocimiento y aventura en nosotros.
Gran amante de la fiesta y la alegría, de las reuniones familiares, siempre me dijiste que lo único que querías para todos tus nietos era que tuvieramos un trabajo estable y que encontráramos a la persona ideal para cada uno de nosotros para formar una familia feliz y darte muchos más biznietos(pues con 5 no le bastaban).
Los vermouths que nos preparabas los domingos para pasar un rato con nosotros cuando íbamos a Carbajal contándonos historias de nuestros padres antes de que nosotros existiéramos(sobre todo de sus travesuras, esas que les cuesta tanto a ellos contar), de tus viajes, de tus recuerdos, de nosotros mismos en la niñez, poníendote al día con las noticias que te contábamos...

Todos tus hijos y nietos hemos estado contigo también para decirte adiós, además de muchísimos familiares, vecinos y amigos que jamás te van a olvidar.

Para mi no sólo has sido mi abuelo y mi padrino, sino que también has sido un compañero, un amigo y un confidente en estos últimos años, puesto que, a pesar de tu avanzada edad, tenías la mente muy abierta, una cosa increíble para la generación en la que naciste y se podía hablar contigo de cosas que sólo tú me entendías.

Para que nadie te olvide, dejo aqui el enlace del video de la 1 sobre el teleclub: http://www.rtve.es/alacarta/videos/te-acuerdas/acuerdas-fue-del-teleclub/1458105/


Hasta siempre abuelo, jamás podré olvidarte. Te quiero

1 comentario:

Marimar Chamorro dijo...

Muy bonitas palabras, yo siempre que iba al pueblo y bajaba a Valencia me lo encontraba y siempre te recibía con una sonrisa. Pegábamos una parlada y nos poníamos al día. Si no me lo encontraba, se lo decía a mi madre, porqué si iba un jueves a Valencia y no me lo encontraba, el día no estaba completo. La última que vez que lo vimos fue en el entierro de mi tío Joaquín. Nunca pensamos que sería la última. Un beso y un abrazo para toda tu familia de Marimar la hija de Juliana.