El día 1 de enero, yendo hacia el hospital a ver a mi abuela, Piedad, mi abuelo me contó su historia con mi abuela, sus 63 años juntos, de felicidad y amor. Un amor verdadero, un amor puro, con el que crearon una familia muy unida a ellos, con unos hijos, nietos y biznietos que les adoran.
Amparo me confirmaba este amor entre ambos
Ayer sábado, Piedad nos ha dejado para siempre.
Hoy no me salen las palabras. Es muy difícil hacer esto cuando es por una persona a la que quieres.
Ella ha vivido una vida dura, de mucho trabajo para sacar a sus hijos adelante, eso si, siempre junto a su marido, inseparables.
Piedad era una persona muy moderna para su edad, comprendía las diferentes situaciones de sus nietos perfectamente, e incluso daba buenos consejos a los mismos en diversos temas.
Muy unida a sus hijos, que siempre han estado a su lado, más en los momentos difíciles de su vida y, como no podía ser de otra manera, en su despedida.
Desde aquí quiero mandar un gran abrazo y muchísimos besos a toda mi familia y dar las gracias a todos por el apoyo y acompañamiento que han recibido hoy.
Muchas gracias a todos por todos los mensajes de apoyo que he recibido a lo largo del día de hoy, pues es muy duro no haber podido estar allí con toda mi familia, apoyándolos y apoyándome en ellos cuando mas lo necesitamos.
Hasta siempre, abuela. Te quiero mucho. Nunca te olvidaré
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